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Rétrospective Víctor Erice

Cinémathèque suisse

26/11/2024 - 31/12/2024

Retrospectiva Víctor Erice

Las luces de Erice

El vasco Víctor Erice es un cineasta poco común. Tanto por el número de creaciones que ha podido rodar a lo largo de su carrera: un largometraje cada 10 años, o casi, desde 1973, algunos cortometrajes, instalaciones. Y también por la calidad excepcional de esas mismas creaciones, “intensas fábulas sobre los pasillos secretos de la memoria y la imaginación” (Mathieu Macheret en Le Monde ). ¿Qué otro cineasta puede presumir de haber creado sólo obras maestras? Erice es rara como lo fueron Jean Vigo, Jean Eustache o Erich von Stroheim. Un maestro que rechazó concesiones y siempre elevó muy alto sus exigencias al cine.

La Cinemateca Suiza está hoy muy orgullosa de poder estrenar en Suiza su última película, presentada en Cannes el año pasado. Su título, Cerrar los ojos , es como el anuncio desilusionado de su profunda reflexión sobre el cine. Al relatar la búsqueda de un cineasta vinculado a un proyecto cinematográfico inacabado, con evidente resonancia autobiográfica, Erice ofrece una reflexión magistral sobre el papel y el poder del cine hoy.

Aquí no hace más que ampliar la reflexión realizada por ejemplo en su obra anterior, la más radical de todas: filma diariamente la obra del pintor Antonio López que opta por pintar el membrillo de su jardín y los frutos que lo adornan. hasta 'a su descomposición. El título francés de la película ( Le Songe de la Lumière ) es engañoso. El título original El sol del membrillo lleva consigo esta idea de que la obra es el sol, la luz, la inteligencia, pero también su decrepitud. Es al intentar capturar el proceso creativo del pintor como el cineasta captura la luz. Y a su vez se convierte en sol.

En 1973, Erice firmó su primera obra maestra, El espíritu de la colmena , una luminosa evocación del franquismo desde una perspectiva infantil, que obtuvo un premio en San Sebastián. El Sur , diez años después, le deja con un sabor de cuentas pendientes: si bien este retrato de una familia de los años 50 en pleno franquismo iba a tener una segunda parte que se rodaría en Andalucía (el sur de el país, precisamente), la productora presenta la película truncada en Cannes, donde es seleccionada. Esta otra obra maestra mutilada empuja a Erice a permanecer al margen, al mismo tiempo crítica, enseñando, creando instalaciones, filmando cortometrajes y medios, como una magnífica correspondencia filmada con Abbas Kiarostami.

Sobre su regreso al largometraje con Cerrar los ojos, Erice explica en una entrevista con Le Monde : “Siempre tuve la tentación de escribir una secuela, como una extensión del Sur abortado. Pero al mismo tiempo sentí el paso del tiempo, el hecho de que mis personajes iban envejeciendo y desapareciendo uno tras otro. Cerrar los ojos era una manera de regresar al Sur, como se regresa al lugar del crimen.

Pero sobre todo este viaje íntimo a la creación es, como dice el cineasta, “una reflexión sentimental sobre la era del cine”. Una película fundamental, de gran modernidad, que hay que descubrir con urgencia, gracias a este joven cineasta de 84 años.