La Belle Époque de l'Art Nouveau presenta, a través de una selección de obras de una prestigiosa colección privada suiza, varios aspectos de un importante movimiento artístico que dio forma a la faz de Europa entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, Europa vivió años de paz que favorecieron la prosperidad económica así como el desarrollo de numerosos avances científicos y humanos. Los artistas participan plenamente en la renovación de la sociedad, en París por supuesto, pero también en Viena, Múnich o Bruselas; ainsi, né des bouleversements engendrés par les révolutions industrielles, l'Art nouveau rejette les formes du passé, conteste la culture classique en proposant une nouvelle manière de percevoir et de ressentir le monde dans la beauté et l'unité de l'art et de la vida.
Lejos de limitarse a cambios estéticos y formales, el Art Nouveau se concibe como un fenómeno cultural y social, un movimiento artístico innovador que marcó profundamente la entrada al siglo XX. En busca de una reforma de la sociedad por la belleza del objeto accesible a todos, se difunde ampliamente gracias a sus privilegiados soportes populares, carteles, revistas y estampas.
De Jules Chéret a Edvard Munch, pasando por Pierre Bonnard, Alphonse Mucha, Gustav Klimt y Oskar Kokoschka, muchos artistas participaron creativamente en esta revolución.