En 1977, Karl Beaudelere descubrió el poemario Les Fleurs du mal de Charles Baudelaire, obra que le marcó profundamente, hasta el punto de elegir posteriormente “Beaudelere” como nombre artístico.
El joven, que creció en un barrio popular de Marsella, se formó en el campo de la impresión, luego trabajó en una tienda de prêt-à-porter para hombres, luego como vendedor de segunda mano y guardia de seguridad. En 2007, comenzó a dibujar con pastel y fieltro. El mismo año, comenzó a dibujar graffitis de plantilla en las paredes de la ciudad. Todas sus creaciones están vinculadas a la colección de Baudelaire, que relee incansablemente y de la que se tatuó versos en el cuerpo.
A partir de 2011 inicia una serie autodidacta de autorretratos con simples bolígrafos comprados en el mercado, por falta de medios. Trabaja hasta un mes o más en ciertos dibujos, a veces muy grandes, escudriñando su propia imagen en un espejo suspendido cerca de una mesa. Así da a luz rostros extraños con contornos muy densos. Su particularidad es estar delimitados no por contornos o una línea bien definida, sino por una sucesión de círculos o líneas que proliferan, como células, y se superponen, hasta el punto de “hacer aparecer” su rostro. A través de esta asombrosa técnica, los rostros parecen emerger del soporte como fantasmas, creando en quienes los observan una impactante impresión de “inquietante extrañeza”. A veces también, el dibujo sólo representa una parte del rostro, la parte que falta parece diluirse en el soporte, dando así la ilusión de una “desaparición” de la imagen.
En 2017, la Collection de l'Art Brut adquirió ocho dibujos que pasaron a formar parte de la colección Neuve Invention , antes denominada colecciones anexas . Este fondo, que continúa creciendo, reúne las obras de artistas que no son autodidactas, pero que se destacan de la creación aprobada, en particular por los procesos estilísticos o los materiales utilizados. Reúne también producciones autodidactas, al igual que los creadores del Art Brut, pero que, a diferencia de estos últimos, se encuentran en un activo proceso de reconocimiento artístico. En 2011, Karl Beaudelere pudo presentar por primera vez sus autorretratos dibujados en una galería. Hoy continúa exhibiendo y desarrollando diversos proyectos artísticos.
De 2019 a 2021, gracias a una importante donación del artista y al apoyo de la Fundación Guignard (Nyon, Suiza), el corpus de sus obras que conserva el museo se ha enriquecido aún más hasta alcanzar un total de sesenta y siete dibujos.
Esta exposición monográfica presenta la mayoría de dibujos de la colección del museo, complementados con algunos préstamos del artista.
Comisaria: Sarah Lombardi, directora de la Collection de l'Art Brut