La exposición permanente de las colecciones de arqueología e historia se presenta en dos salas, la sala Troyon (prehistoria) y la sala Naef (historia). Entrada gratuita
En las regiones cercanas a los Alpes, los restos más antiguos de ocupación humana han sido borrados por el avance de los glaciares. El recorrido de la exposición comienza pues en torno al año 15.000 a.C. A.C., con los testimonios de los últimos cazadores-recolectores, nómadas, herederos de una forma de vida que se remonta a los albores de la humanidad.
Luego, los primeros agricultores-ganaderos se asentaron en una tierra que poco a poco se fueron apropiando y moldeando, mediante el desmonte y el cultivo.
La Edad del Bronce marca el aumento del comercio, así como el surgimiento de una sociedad jerárquica.
La Edad del Hierro se caracteriza por el desarrollo de la civilización celta, y participa en los inicios de lo que deberíamos llamar historia, con los primeros vestigios escritos, que mencionan los nombres de pueblos "bárbaros", entre ellos los helvéticos.
A partir de la adopción de la cultura romana, en particular de su lengua, las fuentes escritas se hicieron abundantes y complementaron los datos arqueológicos.