El trabajo de Deborah Turbeville (1932-2013) desafía cualquier clasificación. El fotógrafo estadounidense no pertenece a ninguna escuela. Su firma única ha sido reconocible desde sus comienzos en la década de 1970: una cierta atemporalidad, melancolía y pátina emanan de sus fotografías inquietantemente hermosas, tomadas durante cuatro décadas.
Esta retrospectiva presentará las exploraciones fotográficas de Turbeville, desde la fotografía de moda hasta sus trabajos muy personales.
El objetivo de la exposición es mostrar cómo la obra de Turbebille, todavía esencialmente desconocida, siguió un camino muy concreto, afirmando el trabajo manual en la realización de imágenes. Al centrarse en una amplia variedad de collages hechos a mano que abarcan cuatro décadas, la exposición ofrecerá una nueva apreciación de la contribución de Turbeville a la historia de la fotografía.